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¿Por qué son tan diferentes a mí?

  • Gama Castillo Cruz ;)
  • 14 jun 2017
  • 4 Min. de lectura

¿Por qué no hacen las cosas cómo yo? ¿por qué quieren cambiarme todo? ¿por qué me desacomodan las cosas? ¿por qué? ¿por qué? Bienvenido al mundo de la familia, donde por más que quisieras no todos piensan como tú, hacen las cosas como tú o quieren las mismas cosas que tú. Pero no creas que esta situación es nueva, y que todos los conflictos que traen también lo son. En la Biblia se nos narran un sin fin de historias de hermanos, parientes, familia que no piensan igual y cómo a pesar de todo esto podemos salir adelante y hacerlo de la mejor manera.


Una de tantas historias reales es la de David, quien fuera el hermano menor de la familia de Isaí. Por ser el menor, normalmente no era tomado muy en cuenta, de hecho, sus hermanos mayores se ocupaban de los trabajos de más responsabilidad y por eso se creían los más importantes. En cambio, David era el chiquillo que mandaban a cuidar las ovejas al campo, a hacer los mandados, y a todo lo demás que a los otros no les gustaba (seguro que sí).


Un día Dios le habla a su siervo Samuel para que señale quién será el nuevo Rey de Israel (el pueblo escogido de Dios), pero esto debía ser un secreto, pues Dios ya había determinado dar el trono a una persona más sincera y dispuesta a amarlo a Él que quien era rey en ese momento. ¿Te imaginas que te eligieran para ser el próximo presidente de la nación?


Un primer principio para salir adelante con tu familia y hacerlo de la mejor manera es procurar que Dios sea tu amigo. David, a pesar de ser muy joven, estar haciendo las tareas menos importantes y de que no lo valoraran tanto como esperaba, no se dejaba vencer por esas cosas. David tenía una relación con Dios tan fuerte, que él cuenta mas adelante como vencía leones, osos y fieras salvajes para defender a las ovejas de su papá y como lo hacia confiando en Dios.


David sabía por eso que era amigo de Dios. ¿Te imaginas que el creador del universo sea tu super friend? Eso era en realidad lo que pasaba con David.


Cuando el siervo de Dios va a la casa de Isaí y le pide que le muestre a sus hijos, Isaí saca a toda la familia excepto a David porque no lo considera lo suficientemente capaz de ser presentado ante este importante personaje, pero Dios deja claro algo con lo que le dice a su siervo: "la gente mira lo exterior, pero yo miro el corazón". ¡Que genial que Dios mire más nuestros pensamientos y sentimientos que lo mucho o poco que pudiéramos deslumbrar físicamente! A Dios no se le escapa nada.


David no necesitaba pelear para que le dieran un lugar, para que lo presentaran y lo consideraran muy importante, como él tenia una amistad tan profunda con Dios, Dios hizo saber a su siervo que su amigo no estaba entre los que le presentaron y Samuel pide que le muestren a todos y si no no comerían. ¡Impresionante, pues comer en esa época era una muestra de bienvenida y amistad también!


Seguro que cuando llegaron a avisarle a David que había llegado alguien muy importante a la casa y que a él no le avisaron se habrá molestado. Lo digo porque yo me habría sentido así, sobre todo cuando me dijeran que después de todo si necesitaban que estuviera porque el visitante fue quién me mandó a buscar, ¿a poco tu no te habrías incomodado? Pero lo que más me impresiona es que en medio de todo esto, David obedeció. Esa es la otra clave, mantenerte obediente y humilde a pesar de todo.

Cuando estamos en familia, nos damos cuenta que a veces sentimos que no nos dan la credibilidad o importancia que esperamos, que a veces nos toman como los muy pequeños o poco inteligentes, en ocaciones pensar u opinar diferente a otro nos trae problemas y eso a muchos nos desespera; pero a David no.


Si había que llevar lonche, él lo hacia; si había que hablar con alguien, primero iba con sus hermanos; si había que enfrentarse a un gigante por su familia, él sabía que contaba con Dios y por eso se atrevía a seguir adelante. En pocas palabras: David tenía una relación con Dios y sabia que era importante para Él, obedecía aunque pareciera difícil y, respetaba y procuraba una mejor relación con su familia. Esto era lo que hacia que David no tuviera que pelear sus derechos y tener grandes conflictos con su familia, sino que Dios se encargaba de defenderlo siempre. Incluso Dios dijo que David tenia un corazón como el de Él.


¿Qué tal si a partir de ahora, en lugar de buscar que todos piensen, hagan y crean las cosas como tú en casa, mejor buscas una relación con Dios, obedeces aunque parezca difícil y buscas ser el primero en procurar una mejor relación con tu familia? No te rindas en ninguna de estas cosas, darán resultado en su momento y Dios como tu amigo, te defenderá en cada situación, confía en Él y busca ser el mejor hijo o hermano que alguien pueda tener, no te arrepentirás cuando veas los resultados en el momento correcto.


Recuerda que en Pastoral Arjegón tienes Amigos, Hermanos, Consejeros para Ayudarte en la Vida.

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